Las humedades son uno de los problemas más evidentes y preocupantes para los compradores potenciales, ya que requieren tiempo y dinero para ser arregladas. Si una vivienda presenta problemas de humedad, es probable que los compradores potenciales ofrezcan un precio significativamente más bajo. Además, una vivienda sin problemas de humedad parece más cuidada y transmite una mayor sensación de confort y habitabilidad. Solucionar estos problemas antes de listar la propiedad mejora la percepción del comprador y puede aumentar el valor de venta de la vivienda.