Esta frase puede hacer que los compradores piensen que la propiedad tiene problemas ocultos o requerirá de inversiones importantes en reparaciones o mejoras, afectando negativamente la percepción de su valor. Esto puede desalentar a los compradores potenciales, especialmente aquellos que buscan una propiedad lista para mudarse, inclinándolos a hacer ofertas más bajas al anticipar gastos adicionales.